Kimerbly Weller está viviendo su sueño en más de un sentido: "Ahora soy la técnica de uñas jefe donde trabajo", dice, "tengo una red de apoyo enorme, me he reunido con mis hijos". Pero hace diez años, mientras luchaba contra el abuso de sustancias, nada de esto parecía posible: "Me encontré sin hogar, sin mis hijos. Y la primera noche que me quedé sin casa, conocí al que yo llamaría mi principal traficante, porque tenía unos cuantos", dijo. Ese encuentro la llevó a ser víctima de la trata de forma intermitente durante tres años, hasta que entró en un programa especial de Selah, una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la trata.
Descargo de responsabilidad: Este artículo puede requerir una suscripción.